lunes, 22 de agosto de 2016

¿Te atreves a renovar tu programación de #edufis?

Hace unos días que ando pensando en cómo afrontar el nuevo curso. En la entrada anterior de este mismo blog ya descubría mi itención de preparar una programación del área basada en la metodología CLIL para impartirla en inglés. Pero ese es un proceso largo y si todo va bien verá sus frutos dentro de dos cursos. Para el 2016/17 que empieza en nada, no voy a modificar sustancialmente mi programación pero si me gustaría incluir alguna actividad física nueva. San Google y mis contactos en redes sociales me han llevado a descubrir multitud de nuevos juegos, deportes, pre-deportes, juegos modificados, etc. Lo cierto es que no me esperaba tanta “novedad” y me he sentido un poco abrumado. Después de conocerlos un poco mejor he sacado algunas conclusiones, unas positivas: los/as profes de Educación Física tienen mucha imaginación, se busca la riqueza motriz y el trabajo en valores; y otras negativas: lo nuevo no siempre es mejor, las mezclas no siempre salen bien y del dicho al hecho... Con todo esta información me he propuesto hacer una criba y sopesar seriamente la incorporación a mi programación de alguna de estas propuestas que me han parecido más interesantes. Aquí tenéis los 7 finalistas:

1. BALONCODO. Una de esas ideas a priori locas. Un gran trabajo de fundamentación por parte de Norberto Jurado, un profe de Málaga. Recuerda al KinBall canadiense. Mejor que mis explicaciones, escuchad las suyas en este vídeo.

2. COLPBOL En realidad no es nuevo y ya lo tengo incorporado a mi programación con éxito desde hace años. Lo he incluido porque quizá aún no se conoce demasiado fuera de la Comunidad Valenciana y quería animaros a probarlo, funciona muy bien en Primaria y si no, Juanjo Bendicho tiene la culpa de todo, otro MEF inquieto.

3. CRÍQUET. Tampoco es nuevo, de hecho lo juegan millones de personas... en el mundo, porque aquí en España es un desconocido y digo yo que si a tanta gente le ha enganchado será por algo. Hace años escribí una entrada con la intención (se quedó en eso) de incorporarlo a mis clases. Segunda oportunidad.

4. ESCALADA. Que nadie se asuste. No se trata de escalar los edificios de la escuela. Sin embargo si se puede plantear instalar piezas de rocódromo en el patio o el gimnasio. También podríamos incluir cuerdas para trepas o puentes mono a baja altura o como elementos de juego de un parque infantil. Las posibilidades de aprendizaje motor son múltiples por no hablar del trabajo de superación personal.

5. KORFBALL. Suena raro pero no lo es tanto. Con similitudes al baloncesto y con un fuerte componente co-educativo. A nivel internacional la Selección Catalana está en la élite y ya cuenta con una amplia trayectoria escolar.

6. SPIRIBOL. Se puede jugar individualmente o en parejas. Recoge las habilidades del Padel o tenis. Creado por el médico Jesús Candel así que debe ser saludable ¿verdad? Os dejo el vídeo donde él mismo nos los explica.

7. XECBALL. Otro MEF valenciano inquieto, Gustavo Martínez ha ideado este juego que incluye al ajedrez. Ha llevado aquellas partidas de ajedrez viviente a otro nivel. Ahí va el video.

Ya véis que hay un poco de todo. Si queréis más variedad os enlazo a esta página de AFEPADAL donde encontraréis estos y muchos más. Tomadlo con calma, dedicad unos minutos a cada propuesta y tened en cuenta elementos como la carestía del material, los espacios a utilizar, la complejidad motriz o normativa, etc. Seguro que encontraréis alguna nueva propuesta que os resulte atractiva y por supuesto, si tenéis alguna otra en mente, compartidla! Para terminar os voy a dejar un vídeo de Hurling, un deporte tradicional irlandés que he conocido hace poco ¿quién se anima a practicarlo? 


viernes, 19 de agosto de 2016

Complicarse la vida

¿Qué necesidad tiene un maestro, funcionario, con un buen destino definitivo en su centro de complicarse la vida buscando innovaciones didácticas? Por no hablar de calentarse la cabeza dándole vueltas a enfoques pedagógicos más amplios o novedosos que pudieran llegar a desestabilizar el “establishment” educativo. ¿Qué necesidad digo yo? Pues creo que habrá que buscar la respuesta en la personalidad de cada profe porque desde luego no la encontraremos en los beneficios o reconocimientos que le pudieran reportar desde su administración. Entonces si no buscan la medallita de turno o una paga extra ¿que nos queda? Cada cual tendrá su respuesta, la mía es bien simple, me aburro. Nada exótico ni trascendental ya veis. Ante el estado de tedio, mi reacción es moverme, cambiar, buscar...

Fruto de este comezón, el año pasado me planteé involucrar al claustro del cole en un proyecto Erasmus Plus KA1 llamado Towards a Multilingual European School. Mis compañeros y compañeras apoyaron la idea, finalmente el proyecto fue aprobado por el SEPIE y mi pequeño cole de pueblo se encontró con 4 movilidades para 4 cursos durante dos años, a saber, dos cursos de inglés, uno de CLIL y otro más que incluirá unas visitas de estudio en coles de Finlandia. Asi que estas vacaciones de verano, me tocó hacer la maleta y en lugar de irme a las Seychelles me fui dos semanas a Dublín a hacer el curso CLIL en el Trinity College donde coincidí con más de 200 docentes de 14 paises. Mientras mi familia se quedaba en casa sin acabar de entender muy bien por qué razón tenía que irme “precisamente” en vacaciones, yo acudía a clase 5 horas diarias de metodología en inglés, dedicaba un par de horas más cara al ordenador para las tareas del curso y del proyecto, e intentaba en las horas libres, aprovechar la oportunidad para conocer un país que ha acabado por robarme un trocito del corazón. Y es que no todo van a ser documentos, presentaciones, tareas... Parte importante de este tipo de proyectos consiste en conocer de primera mano, cara a cara, las experiencias profesionales de nuestros/as colegas europeos y eso se consigue mucho mejor tomando una Guinness en Temple Bar o paseando por Glendalough mientras charlas de esto y lo otro.

La maleta pesó más al volver, literal y metafóricamente hablando. Además del típico Leprechaun de la suerte y de los conocimientos teóricos sobre CLIL me he traído sobre todo emociones; y de las buenas. Lo de la inteligencia emocional de Goleman y compañía debe tener mucho que ver con esto porque como decía Calne “la diferencia esencial entre emociones y razón es que la emoción lleva a la acción mientras que la razón lleva a conclusiones” y es que he vuelto decidido a pasar a la acción. Mi intención es formarme mejor y trabajar durante este año en una nueva programación de Educación Física basada en la metodología CLIL para impartir el área en inglés dentro de dos cursos. Y lo reconozco, lo haré principalmente por no caer en la rutina, porque me escuece acudir cada día a clase sin ilusión. Lo de dotar de valor añadido a la asignatura o lo de motivar a mi alumnado con actividades más creativas y enriquecedoras vendrá, seguro, por añadidura. Siempre he pensado en el/la maestro/a como en una enzima, un catalizador, que tiene en el conformismo su Amanita Phalloides particular y que mejor manera para mantener nuestra capacidad de favorecer los procesos de aprendizaje de nuestros/as estudiantes que salir de nuestra zona de confort...y complicarnos la vida. Porque siendo sincero, además del aburrimiento, me puede el amor a esta profesión, que le vamos a hacer.

viernes, 22 de enero de 2016

Un Erasmus iberoaméricano para futuros docentes

No podían haber elegido un nombre mejor para el proyecto: Paulo Freire. Se trata de potenciar la movilidad de los/as estudiantes iberoaméricanos que se convertirán en los/as futuros/as docentes.

Ayer, en Twitter, cacé este tuit de la OEI: El programa #PauloFreire es una unión de esfuerzos que comienza por nuestra alianza" @RGrynspan @SEGIBdigital 

Y ante mi demanda de más información, muy amablemente, me han respondido:

Hola @elmjuan en este enlace puedes encontrar información http://oei.es/xxivcie/PAULOFREIREEDUCACION-E.pdf … y en breve tendremos disponible la web del programa.

Así que lo he subido a mi slideshare y os dejo la información. Sería estupendo que se llegara a desarrollar tanto como los programas Erásmus de la UE.