domingo, 23 de enero de 2011

Indiakacas

Allá por septiembre realicé un pedido de material para el área por un importe de más de 300 euros. Puede que no parezca mucho dinero, pero para un cole pequeño de un pueblo pequeño, es grande el gasto. Al esfuerzo económico le ha de corresponder pues, un aprovechamiento máximo, de ahí que se extreme el cuidado en el uso y almacenaje de todo el material del área, más aún si es nuevo. Y por nuestra parte, cumplimos.
Las empresas dedicadas a suministrar estos materiales (Amaya, Iviva, Adrada, etc. ) nos envían a los coles sus catálogos a principio de curso para presentarnos sus productos, pero claro, no es lo mismo comprar una libreta de dos rayas que un balón o unas indiakas, no sabemos exactamente como bota el balón o como vuelan las indiakas hasta que llega el día de la verdad. Y ese día llegó; el lunes. Y el catálogo no cumplió.
Las indiakas que aguardaban ansiosas salir de su embalaje y sentir el viento en sus plumas no llegaron vivas al viernes. El resultado de seis clases con los/as alumnos/as de primer ciclo ha sido: dos indiakas intactas y ocho desplumadas. Lo peor no es que la pluma se suelte, es que se rompa y no pueda volver a insertarse en la base de goma, y como diría una de las leyes de Murphy, si se pueden romper, se romperán. Y así ha sido.
Esto me ha recordado la entrada de Centinel sobre el documental Comprar, tirar, comprar. ¿Y ahora qué? He enviado un correo electrónico pidiendo explicaciones a la empresa; cuando me contesten, os lo cuento.

1 comentario:

elmaestrojuan dijo...

Ya tengo respuesta de la empresa. Me pedían unas fotos y tras el envío, me han contestado que me enviarán recambios de plumas. No reconocen que sean de mala calidad. No me las cambian. No me ofrecen unas mejores. Ahora veremos como inserto las plumas y si duran o no. Algo es algo.