jueves, 30 de diciembre de 2010

Materia prima: niños y niñas del siglo XXI

En cualquier profesión, el currante o la curranta se preocupa muy mucho de conocer la materia prima con la que trabaja: el carpintero, las diferentes texturas, densidades, acabados, etc. de la madera; el arquitecto, la resistencia, la flexibilidad, el costo, etc. de los materiales de construcción; la doctora, los componentes, la posología, los efectos secundarios, etc. de los medicamentos; la hornera, las harinas, levaduras, grados de cocción, etc. de todo lo que expone en su escaparate; y los maestros... bueno, los maestros y las maestras no se yo si acabamos de conocer la principal materia prima con la que trabajamos, nuestro alumnado, el de ahora, el de la segunda década del siglo XXI.   Claro que, en nuestra descarga, podríamos alegar que los niños y niñas no nos vienen al cole con libro de instrucciones, prospecto o memoria de calidades. Aún así podemos arriesgarnos a dar por buenas unas características más o menos comunes a nuestro alumnado:
  • cuando el niño o la niña llega al cole, tenga la edad que tenga, ya trae consigo una enorme cantidad de información y conocimientos que le han sido dados principalmente por las pantallas: tele, dvd, cine, ordenador y móvil.
  • la estructura familiar en la que convive es muy dinámica: la atención adulta se dispersa entre padre, madre, abuelo/a, canguros, monitores de extraescolares, vecinos, etc. y puede resultar inestable en ocasiones: jornadas laborales extensas del padre y/o madre, separaciones familiares, integración en nuevos núcleos familiares, cambios de domicilio, etc.
  • cuentan en general con una buena salud física y mental, si bien podemos observar demasiado a menudo, que presentan una actitud excesivamente caprichosa hacia la comida (lo que repercute en trastornos alimentarios) y un exceso de sedentarismo. También se ha acentuado un sentimiento de sobreprotección de los padres, quizá como compensación al déficit de atención por falta de tiempo, que tiene una curiosa doble respuesta por parte de los niños y niñas: una explosiva, despreciando el peligro que pueden suponer algunas acciones y otra implosiva, resguardándose en exceso y optando por la no acción.
  • el vivir rodeados de todo tipo de “cosas” y la relativa facilidad por conseguirlas o al menos encontrar una alternativa razonable ha hecho que, si ya de por si el niño o la niña nunca han sido demasiado conscientes del valor (intrínseco -propiedades utilitarias- u otorgado -valor económico o social), en estos momentos lo sean todavía en menor medida. Podíamos decir que esta “generación zapping” valora el cambio por encima de todo. Valores como la constancia, el aprovechamiento máximo de los recursos, el cuidado y mantenimiento de lo propio y ajeno, etc. no tienen la misma carga de importancia para nuestros hijos e hijas que la que han tenido para nosotros.
  • su actividad natural, el juego, proveedor de todo tipo de aprendizajes, se ha visto condicionada de tal manera por los espacios y los tiempos que ha diluido su eficacia educativa, socializadora e incluso catárquica. El juego en la calle es practicamente imposible, el juego deportivo está demasiado delimitado a las actividades extraescolares con monitores y por último el juego de interior, en los hogares, se ha vuelto individual e incluso impersonal. ¿Qué puede sustituir al juego libre? ¿cómo les afecta esto?
De todo lo anterior se podría deducir la dificultad que pueden presentar nuestros/as alumnos/as para reconocer el sistema de valores que ofrecemos en nuestras escuelas y para “moverse” en las estructuras educativas actuales. Las normas impuestas, la evaluación calificativa, la jerarquía, los horarios, la falta de espacios de juego libre (y no me refiero al patio diáfano que igual podíamos encontrar en una escuela o en una penitenciaria), la parcelación del conocimiento, la desconexión de los contenidos con su realidad extraescolar (incluso de la propia metodología -véase por ejemplo, el uso de las TIC-) ... son demasiados elementos discordantes con la naturaleza actual de nuestra materia prima (algunos adultos podrían decir que estos niños/as de hoy son mutantes de los de hace cincuenta años) como para que la educación formal funcione óptimamente. Quizá el carpintero pueda cambiar de maderas, el arquitecto de ladrillos, la doctora de pastillas o la hornera de harinas, pero los maestros...¡ay, los maestros y las maestras! ya que la materia prima es la que es, no nos queda otra que reinventar la escuela y a nosotros mismos.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Super Papá y ... maestro.

Familiar nº1 (normalmente los hermanos del maestro en cuestión): " Enrollate, que tú no trabajas... cogételos todos los días un ratito y que se pongan a hacer los deberes contigo, que mejor que con un maestro..."
Familiar nº2 (veáse las abuela-canguro): "A ver si te vienes temprano y los recoges y te los llevas de excursión o al parque y que me dejen hacer la faena de casa y preparar la comida tranquila".
Familiar nº3 (los sobrinos, claro): "Tío ¿a dónde vamos hoy? ¿nos llevas a la feria?"
Familiar nº4 (tu pareja, para no ser menos): "Aprovecha para hacer la chapuza pendiente, ir a la compra, arreglar el jardín, que el crio haga los deberes, una limpieza más a fondo a la casa no le iría mal..."
Familiar nº5 (tu propio hijo/a): "Papá me abuuuuuuuuurro".
Y es que la Navidad es para pasarla en familia ¿verdad?

viernes, 17 de diciembre de 2010

Feliz Navidad

La canción, una debilidad desde mi juventud. Y en el video, hay que ver, una familia judía, en Palestina, que se convertirá en el referente de los cristianos. Felices fiestas a todos y todas.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Capital europea del deporte, casi ná.

Lo fácil sería criticar. No lo voy a hacer. Vamos a ver como se desarrolla la cosa. Digo "la cosa" porque no acabo de entender muy bien qué es eso de ser capital europea del deporte 2011.  En la web de la ACES se nos explica un poco por encima la razón de ser de este premio (¡?):
El objetivo del premio Capital Europea del Deporte es la función social que el deporte logra como bienestar físico individual, como mejora de la calidad de vida y como integración de la sociedad. Es, al mismo tiempo, un incentivo para las administraciones locales y para sus concejalías de deportes de completar y contribuir a la mejora de la salud de los habitantes de un municipio a través de la cultura del ejercicio físico y saludable.
Nuestra alcaldesa, Doña Ritadice que Valencia ha sido y es sede de grandes convocatorias deportivas, como la Copa del América de Vela, el Gran Premio de Europa de Fórmula 1, el XII Campeonato Mundial de Atletismo en Pista Cubierta, el Open 500 de Tenis o la Global Champions Tour, entre otros. También añade que: "a ello se suma el fomento del deporte de base, con la red de infraestructuras repartida por todos los barrios, las plazas de formación que ofrecen las Escuelas Deportivas Municipales y, a partir del próximo año, las numerosas propuestas e iniciativas a desarrollar en este campo, en el marco de la capitalidad".

Y digo yo que será verdad lo dicho y que durante 2011 vamos a tener una serie de eventos (más de 70 según parece) relacionados con el deporte en todos sus aspectos que darán gusto. Ahora, yo tengo algunas preguntas, con permiso y sin mala intención: ¿el premio está dotado económicamente?, ¿supone alguna carga económica al ayuntamiento?, ¿existe apoyo estatal?, ¿el calendario de eventos está configurado y accesible?, ¿se ha consensuado este calendario con federaciones territoriales, organizaciones deportivas o profesionales del deporte?, ¿la educación física escolar tendrá alguna presencia?, ¿existirá alguna continuidad de los proyectos emprendidos en los años venideros? Agradecería cualquier respuesta esclarecedora.